El Chofer Mato a JFK
Una de las más recientes teorías de la conspiración en relación con el magnicidio más famoso del siglo XX es ciertamente original: a Kennedy lo mató el conductor de su coche. Aunque no es totalmente novedosa, esta teoría se está abriendo paso a golpe de youtube, sobre la base de unos fotogramas de la filmación Zappruder en la que se observa un movimiento en las manos del conductor justo en el momento en que la cabeza de JFK salta por los aires. Según sus defensores, esto explicaría la sacudida de Kennedy al recibir el impacto de una bala frontalmente (por lo que no podría haber disparado Oswald), así como el intento de "huida" de Jacqueline Kennedy.
Como propuesta tiene su atractivo, para qué negarlo. Pero no supera un análisis crítico mínimamente serio. En primer lugar, porque es inverosímil que ningún testigo fuese capaz de ver cómo el chófer mataba a Kennedy. En segundo lugar, porque, además de tener una gran pericia para dar en el blanco mientras conducía mirando al frente, el disparo del conductor pasa desapercibido para el resto de la comitiva. Aún admitiendo que el disparo se hiciese con silenciador y que Connnally estaba en el ajo, cabe esperar que al menos Jacqueline dirigiese una mirada de asombro y terror al ejecutor de su marido. En tercer lugar, el movimiento de la cabeza de Kennedy no es contradictorio con el lugar desde el que presuntamente Oswald habría disparado a Kennedy; yo he visto reproducido ese mismo movimiento desde un ángulo idéntico (afortunadamente, disparando sobre una sandía...). En cuarto lugar, el comportamiento de Jacqueline no tiene por qué deberse a que "algo raro pasaba en el coche presidencial", sino que existen otras razones plausibles: desde recoger los trozos de la cabeza de Kennedy, hasta pedir ayuda al guardaespaldas, pasando por la nada inverosímil búsqueda de un lugar seguro ante el tiroteo al que estaba siendo sometido el coche presidencial.
En cualquier caso, ya tenemos una teoría más que añadir a uno de esos sucesos paradigmáticos de ese sentir popular y difuso según el cual "nunca sabremos la verdad". Hasta qué punto sabemos la verdad sobre el caso Kennedy es algo complicado de decir. El informe de la Comisión Warren (para que luego oigamos eso de "las comisiones estadounidenses sí que funcionan bien"...) ha sido tan atacado y ridiculizado que ya nadie se lo cree, y cualquier estudio serio sobre el asunto debe analizar las diferentes teorías conspiratorias, empezando, cómo no, por las del fiscal Jim Garrison, popularizadas por Oliver Stone en JFK, una muy buena película pero un poco honesto y muy parcial análisis del asesinato.
Me pregunto cuánto hay de duda razonable y cuánto de mística irracional en las especulaciones sobre el asesinato de Kennedy. Aunque existen muchos puntos oscuros (sobre todo el bochornoso asesinato del propio Oswald a manos de Ruby), también tengo la sospecha de que, en gran medida, la obsesión por el caso Kennedy se debe a la inclinación natural del ser humano a creer que los hombres poderosos sólo pueden ser derribados por otros más poderosos: antes, por los dioses; ahora, por oscuras conspiraciones. Sobre todo si están involucrados los servicios secretos americanos.
A veces he pensado en qué habría pasado si Bush, ese presidente que se resiste a confirmar la maldición de Tecumseh, hubiese muerto atragantado por aquella galleta o por la granada que le lanzaron a su visita a Ucrania. ¿Quién creeríamos ahora que estaba detrás de todo eso?
Además, en el caso de Kennedy se ha producido una idealización del personaje, presentándolo como un ser lleno de bondad, pacifismo y talante. Pero lo cierto es que, como en casi todos los casos, también tenía su parte negativa. Esta mitificación a la que aludo tiene a veces la hipocresía de la loa al caído, mientras que en otras es un mero pretexto para criticar a los políticos que le sucedieron. Veamos el ejemplo de mi querido Pablo Neruda.
El 19 de abril de 1961, al calor de Bahía de Cochinos, en un artículo titulado "Viva Fidel! Viva Cuba!", escribe Neruda: "Sólo hace algunos días, lord Bertrand Russell, ilustre hombre de ciencia, nos advertía desde Londres: Kennedy es más perverso que Hitler" [...] Pero ahora, Kennedy, se ha manchado de sangre las manos, la frente y los zapatos. Chapotea en la sangre nuestra. Ya nunca podremos ver sin asco y odio el rostro de este asesino." Sin embargo, el 1 de diciembre de 1963, bajo el título de "Quiénes mataron a Kennedy?", después de aludir al asesinato de Lincoln citando a Whitman, dice que el asesinato de Kennedy "ha herido a la humanidad entera", que llevaron al matadero "al joven, sonriente y luminoso muchacho", para concluir que "la muerte oscura de un hombre eminente entre todos, no puede ser sino inaceptable en esta hora del mundo". Lo que dista entre tener y no tener una bala en la cabeza...
En fin. Si todavía somos ingenuos y guardamos esperanzas, siempre cabe esperar a la desclasificación de los archivos de los servicios secretos de EE.UU. que tendrá lugar dentro de una década. Esperemos, al menos, que con pocos tachones negros...
El hombre jamás llegó a la Luna
Los astronautas de la NASA llegaron por primera vez a la Luna en la misión Apolo XI el 20 de julio de 1969. Eso es lo que dice la versión oficial. Cientos de pruebas, fotografías, documentos, vídeos y demás lo demuestran. A pesar de ello, los amantes de las teorías de la conspiración encuentran una multitud de partidarios de la versión contraria, los que creen que jamás hubo un ser humano que pisó la Luna.
Pero las teorías no acaban ahí. A quien dice que sí que llegaron pero lo que vieron allí fue tan “extraño” que lo mejor fue ocultarlo al público. Al parecer, era mejor rodar una simulación de la llegada para no mostrar la verdad.
A pesar de las numerosas pruebas que hemos mencionado, sigue habiendo gente que cree que esas pruebas no son concluyentes. La justificación de esta supuesta gran mentira debería ser el interés de la NASA y del Gobierno norteamericano de mostrar su superioridad en la carrera espacial frente a los soviéticos.
La NASA ha tratado de frenar las hipótesis de duda, pero lo cierto es que no lo ha conseguido. No sólo eso, algunos proyectos fracasados de la NASA para silenciar a los escépticos han dado más pie a las conjeturas incrédulas. Sin embargo, aunque estos intentos de la NASA fuesen satisfactorios, seguro que los opositores a la versión oficial encontrarían nuevos argumentos para dudar. Parece que es más una cuestión de fe que de demostración científica.
Las críticas a la versión oficial se basan, principalmente, en el análisis de ocho fotografías que llegaron de las diferentes misiones Apolo que llegaron a alunizar y tomadas por los astronautas. Los escépticos afirman, avalados supuestamente en conocimientos científicos, que las fotografías obtenidas no han podido ser obtenidas en la superficie lunar por diferentes razones. Los que apoyan a la NASA, acusan a los críticos de ignorancia. A nosotros, los profanos de la ciencia y la fotografía, no nos queda más que ver el intercambio de golpes.Estas fotografías exponen mucha luminosidad, un nivel de detalle casi perfecto, sombras supuestamente inexplicables, banderas ondeando en ausencia de viento, varias fuentes de luz sin procedencia clara, etc. Estas supuestas pruebas en contra de la teoría oficial son, en opinión de la NASA y sus expertos, fácilmente rebatidas desde un punto de vista científico. Las cámaras empleadas tenían una exposición larga, la luna refleja la luz solar creando varias fuentes de luz , las sombras son irregulares por las irregularidades del terreno, la casi ausencia de atmósfera…
Pero no sólo eso. Hay varios antiguos empleados de la NASA que afirman que la versión oficial no es la verdadera. Lo cierto es que en EE.UU. hay numerosos museos con exposiciones sobre las misiones Apolo con numerosas evidencias de rocas lunares difíciles de falsificar, en principio. Pero para los escépticos no lo es. Los cohetes despegaron, muchos lo vieron. Además, los astronautas colocaron en la superficie lunar unos espejos reflectores que, gracias a un láser emitido desde la Tierra pueda calcular con precisión la distancia de ésta a la Luna y que se puede consultar por los científicos.
La mayor prueba se supone que era la grabación que hicieron los astronautas de su alunizaje. Pero los críticos dicen que este fue un montaje. Corren por ahí los vídeos, supuestamente reales, de tomas falsas a la hora de hacer el supuesto montaje. Pero no se ha demostrado que esos vídeos sean reales ni que el original fuera falso. Lo cierto es que la NASA también ha perdido documentos con pruebas, incluidas varias horas de la cinta original.Parece ser que, como en otros casos, nos va a costar saber la verdad
Stephen King mató a John Lennon
En su libro “El asesinato de Lennon desvelado”, el escritor Steve Lightfoot sugiere esta bizarre teoría a partir de las “fuertes” pruebas en las ediciones de Time, Newsweek y World Report inmediatamente anteriores al crimen del 8 de diciembre de 1980. Pero el novelista no sería el único culpable de la muerte de Lennon. Richard Nixon y Ronald Reagan también estaban en el garlic.
Los Beatles fueron creados por servicio de inteligencia del Gobierno británico para minar la moral de los jóvenes estadounidenses.
La cruxifición de Jesús fue un montaje, en realidad éste huyó con María Magdalena y uno de ellos o los dos huyeron a Francia para proteger a su familia.
El virus HIV no provoca el sida.
La II Guerra Mundial también fue un montaje, fruto de la conspiración para conducir al mundo hacia el pacifismo.
La reina Isabel I era un hombre. La verdadera Isabel murió de niña.
George Bush padre es, en realidad, George Scherff Sr., un nazi adolescente enviado para destruir América bajo la tutela de Prescott Bush. Hitler aún vivía en Montana allá por 1997 y Josef Mengele sobrevive aún gracias a un régimen de hormonas y canibalismo.
Josef Mengele es Zodiac, el estrangulador de Bostón y el remitente de las cartas con Antrax.
La emisión de ‘La Guerra de los Mundos’ en 1939 formaba parte de un plan militar financiado por la Fundación Rockefeller y diseñada para averiguar cómo reaccionarían los estadounidenses a una invasión enemiga.
Los judíos beben sangre y comen carne de niños durante la Pascua.
La expedición de Franklin al Ártico no tenía como misión encontrar el Paso del Noroeste. En realidad, era una misión secreta para investigar avistamientos de ovnis de los que se tenía noticia desde el año 1700. Los componentes de la expedición fueron capturados, sometidos a terribles experimentos y finalmente devorados por extraterrestres gigantes.
Hitler y algunos de sus camaradas huyeron al Ártico en un submarino y viven allí felizmente en el interior de la Tierrra junto a alienígenas superavanzados.
El aeropuerto internacional de Denver fue construido para ocultar un enorme complejo subterráneo, cuartel general de la elite del ‘nuevo mundo’. Las pistas se encuentran en un mural instalado en el propio aeropuerto.
Cienciología: Hace mil millones de años el jefe supremo intergaláctico Xenu utilizó una película para lavarnos el cerebro y hacernos creer en las religiones, que también fueron inventadas por él.
Los jesuitas hundieron el ‘Titanic’ para acabar con varios de los juudíos más poderosos del planeta.
La temprana Edad Media nunca existió. Todo lo que se dice que ocurrió en esa época, incluyendo a Carlomagno está inventado. En realidad, vivimos en el año 1700.
Si, claro, todo esto y mas solo se lo encontrarían en mi blogg :D
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